La Terapia Cognitivo-Conductual vincula pensamiento y conducta, combinando ambas para solucionar el problema. Esta terapia se organiza en tres fases: evaluación, tratamiento y seguimiento.

Dentro de ellas se combinan técnicas de reestructuración cognitiva , entrenamiento en relajación, afrontamiento de problemas, toma de decisiones y exposición. Durante la terapia las personas aprenden a cómo identificar y cambiar los patrones de pensamiento destructivos o perturbadores que tienen una influencia negativa en el comportamiento.

Según la publicación del Consejo General de la Psicología en España, la terapia cognitivo conductual “ha demostrado ser una alternativa más eficaz y económica que los fármacos para el tratamiento para la ansiedad y de la depresion y, a diferencia del tratamiento farmacológico, no supone ningún riesgo para la salud y no presenta ningún efecto secundario adverso”.

• Ansiedad.
• Depresión.
• Dismorfobia.
• Trastornos alimentarios.